Bajo el lema «El catequista, rostro alegre de la Iglesia». Celebramos hoy, día de la Epifanía del señor, el día de los catequistas nativos.
En América, Asia y sobre todo en África la labor de los catequistas nativos es inestimable, por la cercanía al pueblo de Dios en su vida cotidiana y por cómo plantan y cultivan la semilla de la fe, por enseñar a rezar a los más pequeños y vivir con coherencia a los mayores.
En gran medida, el catequista es el iniciador de la comunidad cristiana, es el que presenta los nuevos candidatos al bautismo, es el formador en la comunidad, es el gran maestro de la fe, no por profesión, sino por vocación.
Recemos hoy por todos los catequistas, rostros alegres de la Iglesia, para que el Señor les siga bendiciendo en su tarea de anunciar el Evangelio.

