Como cada año por estas fechas, los LMC de España, junto con nuestra ONG AMANI, estamos llevando a cabo la campaña de Navidad de venta de flores de Pascua para apoyar un proyecto misionero de una de nuestras comunidades en misión.
Durante todo el Adviento estaremos visitando parroquias, dando a conocer el trabajo misionero que realizamos y animando a vivir la misión con espíritu de solidaridad.
Este fin de semana hemos comenzado en numerosas parroquias de la provincia de Granada, donde hemos sido muy bien acogidos y donde hemos compartido las Eucaristías y la oración por la misión y por los misioneros y misioneras.
Este año, el proyecto estará destinado a la comunidad de Mongoumba, en la República Centroafricana, y lleva por nombre «Construyendo futuro: una escuela primaria en Bassin».
En la aldea de Bassin, a tres kilómetros del pueblo de Mongoumba, la vida transcurre de manera sencilla, entre la selva y el río. Allí, los niños y niñas Aka —un pueblo tradicionalmente nómada— recorren largos caminos cada mañana para asistir a la pequeña escuela parroquial, que funciona en una sola aula junto a la capilla del pueblo. Más de cien alumnos, divididos en cuatro grupos, aprenden entre cantos, pizarras desgastadas y una enorme ilusión por seguir creciendo.
Desde hace más de veinticinco años, los Laicos Misioneros Combonianos acompañamos a esta comunidad con el sueño de que cada niño tenga acceso a una educación digna que le permita descubrir su valor y construir un futuro diferente. El nuevo proyecto que impulsa la Misión de Mongoumba busca construir una escuela primaria con tres aulas, una oficina, un pequeño almacén y letrinas, para acoger mejor a todos los niños y garantizar condiciones adecuadas de aprendizaje. El terreno ya ha sido adquirido por la parroquia, y la comunidad se ha comprometido a colaborar en la limpieza y en el aporte de materiales locales.
El carisma de San Daniel Comboni sigue guiando nuestra misión: “Salvar África con África”. Por eso, educar aquí significa capacitar, abrir horizontes y hacer posible que los mismos Aka sean protagonistas de su propio desarrollo.
Te invitamos a sumarte a este sueño. Con tu apoyo, podremos transformar una capilla improvisada en un espacio de aprendizaje, encuentro y esperanza. Porque el Reino de Dios también se construye con pupitres, libros y sonrisas.
“El Reino de Dios se parece a una semilla de mostaza: la más pequeña, pero que llega a ser un gran árbol” (Mt 13,31-32).
En Bassin, esa semilla se llama educación.
Colabora el proyecto «Una escuela para Bassim»: ES55 1491 0001 2030 0005 9881






