Ya tenemos a la familia: Jose, Carmen M y Pablo, disfrutando de la experiencia de vida comunitaria y formación en Arenas de San Pedro. Vivirán en un piso junto al de Jose y Fátima, y sus hijas Julia y Sofía, quienes están tan ilusionados como ellos con la experiencia de vida comunitaria. Juntos harán el camino de preparación inmediata antes de que Jose, Carmen y Pablito marchen a misión. Ah, sabed que tienen una habitación libre que esperan esté siempre ocupada por nuestras visitas y las de familia y amigos, así que iros apuntando. Lo cierto es que como sabéis la cosa comenzó a finales de diciembre en la casa de los Combonianos de Madrid donde asistieron al curso de misionología. La valoración que hacen de esos días es buena tanto por el curso y los asistentes como también por la acogida de los combos, que les hicieron la estancia agradable e interesante. Alejandro se los llevo de visita a las casas de los africanos que acompaña en Madrid y aledaños, conocieron la comunidad que están formando algunos de los monitores de Aguiluchos, y compartieron un ratillo con Daniel y Lola, una pareja de enfermeros y misioneros que se van con sus hijos pequeños (1 y 2 años), a la misión de las Combonianas de Bebedjia en Chad. Ya deben estar por allí.
Vuelvo a Arenas. La tarde del viernes la dedicaron colocar las cosas en la casa, quitar las cosas frágiles del radio de acción de Pablo, presentarse a los caseros de la casa, y una agradable cena con tertulia posterior. También estaban por allí Merche, Raul (el que escribe esto) y niños que por indicación de la coordinadora y de la comisión de formación vamos a hacer el acompañamiento de esta comunidad PI -preparación inmediata-, junto con Alejandro. Así que lo siento chicos, pero la habitación de visitas ya está estrenada y se duerme fenomenal con el rumor del río de fondo. El sábado un paseo de reconocimiento por el pueblo, algunas compras para la casa y para preparar los bocatas.
A eso de las 12:30 iniciamos la primera expedición de reconocimiento a la sierra de Gredos. Coche hasta “la cabra” en Guisando y cuesta arriba vadeando ríos para llegar a las casas de los cabreros donde caímos rendimos por inanición y nos apretamos unos bocatas de queso de cabra buenísimo y unos filetillos de pollo y lomo. Los niños encantados explorando las casas de los cabreros, Pablo incluido aunque eso de andar no lo tiene del todo claro. Todavía. La excursión se completó por la tarde yendo a visitar al “pino Bartolo”, un ejemplar de pino negro de impresionante porte que le ha hecho famoso en la zona. Un inciso dedicado a Félix y Antonia, pues no dejaba de recordar en nuestra PI cuando fuimos a ver “el Roblón”: aunque el pino este era bastante más alto, en perímetro ni se aproximaba al roblón de Cervera del Pisuerga. A lo que iba, que cuando Jose Mejías vio la peazo cuesta que había que trepar para llegar al susodicho pino se acordó de Alberto y de la jornada de escalada que le espera, y con una risa esperanzada en que una cosa convalidase la otra, se subió hasta el pino Bartolo sin rechistar y vaya con la cuestecita. Los niños encantados y corriendo como si eso de la cuesta fuese divertido, Pablo dormido en una mochila de montaña a espaldas de los dos Joses a turnos. Aunque no hay que contarlo todo, no me puedo privar de reseñar la tremenda culada que se pegó Jose Mejias, aunque no hay documento gráfico que lo pruebe, en el momento del descenso. El día concluyó en casa con una oración en la que participaron los niños. Utilizamos las manos y plastilina para expresar lo que todos sentíamos, nuestras esperanzas y los miedos ante los próximos días. Fue un rato precioso y el resultado sí esta registrado en foto. ¿Veis algún parecido con la foto del pino? 
La mañana siguiente costó levantarse de la cama pues hay dolores que salen sólo cuando a alguien se le ocurre visitar no sé qué pino en lo alto de un monte. Misa con los niños de la que nos escaqueamos Raul y Merche que andamos metidos de lleno en el negocio inmobiliario de Arenas. Después Merche, ya en casa, les informó de todo lo que va a suceder durante la PI desde ese momento hasta finales de Abril, un calendario apretado, ilusionante por lo mucho que hay de todos en lo que van a hacer, y conscientes del tremendo esfuerzo de la comisión de formación y la coordinadora en elaborarlo todo. Quedará desarrollarlo, o sea, mucho más. Tras la comida los valdepeñeros nos fuimos y ellos se quedaron organizando las necesidades comunitarias más inmediatas, horarios, rutinas… Esta semana la dedicarán a elaborar el proyecto comunitario de la PI, se les ha pedido que lo hagan desde la revisión de la vida de cada uno, desde el conocimiento mutuo de los procesos personales y de las expectativas, desde el conocer las dinámicas de cada familia. Pero esto ya es algo que les pertenece a ellos. Alejandro llega esa misma tarde del Domingo y les acompañará algunos días. Nosotros les volveremos a ver este fin de semana en la reunión de la zona centro, que tres años después estará al completo: Carmina e Inma que han vuelto este mes de Perú, Gonzalo y Marisa (llegaron en diciembre y vuelven en breve a Arequipa), las dos familias que están ahora en Arenas, Tere y nosotros. Será un gran fin de semana. Ya os contaré.


Que buena idea esa de hacer la preparación unos que ya fueron y otros que se van a ir…
Desde Etiopia os deseo lo mejor de lo mejor a las dos familias!
Ehhhhh, la subida al pino «bartolo» fue una escalada en toda regla… así que doy la asignatura por convalidada, jejejeje.
La llegada a Arenas ha sido genial, ya os iremos contando.
Gracias por compartir las noticias chicos. Por cierto, muy chulo «el pino Bartolo» de plastilina
🙂
Gracias por las noticias y las fotos, eso nos hace sentiros cerca y participar emocionalmente de vuestras andanzas. Adelante con los faroles y besos para los abulenses.