La pasada noche de las Campanadas, desde TVE1, Ramón García y Anne Igartiburu recordaban con cariño a los 14.000 misioneros españoles (religiosos y religiosas, laicos y sacerdotes,) que, a lo largo y ancho del mundo, gastan su vida al servicio de muchos sufrientes, últimos y olvidados. En circunstancias verdaderamente difíciles, que creo que ni somos capaces a veces de imaginar.
«Son los primeros en llegar y los últimos en irse» concluía la presentadora.
Y de verdad que así es. No por un tiempo o unos años; no supeditados a un proyecto o unos plazos que vencen; no en función de la estabilidad del país o sus favorables condiciones climáticas; sin garantías, sin avales y muchas veces sin seguridades tan propias de nuestra conciencia hoy; no solo allí donde comparten su credo o es sencillo hablar de Dios; sin apenas descanso, y ni mucho menos libres de sufrir la enfermedad, el hambre, la violencia o la muerte que intentan acompañar y paliar allá donde marchan.
Con el único horizonte de gastar la vida, para que de ella, brote más y más VIDA. Con su fe como aliento y ligeros, muy ligeros de equipaje.
Por haberlos tenido presentes, por reconocer su entrega y su testimonio, por hacer MEMORIA AGRADECIDA de ellos, nuestros misioneros y misioneras… de corazón, MUCHAS GRACIAS.
¡GRACIAS!»
Sergio Rosa.