El próximo 17 de enero se celebra la Jornada Mundial del emigrante y del refugiado con el lema, “Emigrantes y refugiados nos interpelan. La respuesta del Evangelio de la Misericordia“.
En este día queremos recordar que el mundo está viviendo la mayor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial. Conflictos enquistados en Siria, Afganistán o el Cuerno de África están produciendo la huida continua de población civil que busca salvar su vida y tener un futuro, sin olvidar que el Mediterráneo se ha convertido en la frontera más desigual y mortífera del mundo.
Una realidad que nos interpela y a la que no podemos dar la espalda.