Hace un año, el 20-5-2015, el Parlamento Europeo votó a favor de una regulación europea con carácter obligatorio que garantice la lucha efectiva contra el comercio de minerales que provienen de zonas de conflicto y cuyos beneficios alimentan a grupos armados, abusos contra la población civil y violaciones de los Derechos Humanos.
Esta propuesta de regulación, que actualmente está en su fase final de negociación en la Unión Europea, afecta a cuatro minerales de gran importancia para las empresas y consumidores europeos: Oro, Tántalo, Tungsteno y Estaño.
El problema es que en esta fase final de la negociación, el Consejo Europeo, formado por los gobiernos de los países, ha propuesto que la regulación sea de carácter voluntario y afecte casi en exclusiva a las empresas europeas que importan estos minerales, dejando fuera a las empresas que comercializan los productos elaborados con estos minerales.
Se trata de estar seguros de que nuestros teléfonos móviles, ordenadores, joyas, bombillas, baterías de coches…no contienen minerales que han sido extraídos explotando a la población local o alimentando conflictos armados en Congo, Togo, Burkina Faso o República Centroafricana.
La experiencia nos demuestra que las regulaciones voluntarias no son efectivas para garantizar que las empresas cumplan con su responsabilidad en el ejercicio de su actividad de no financiar conflictos, ni propiciar abusos de los derechos humanos, sea directa o indirectamente. En realidad es sencillo: algo voluntario no es realmente una ley.
REDES, como miembro de la Plataforma Europea de #Minerales libres de conflicto, que agrupa a unas 80 ONG, está trabajando activamente para que en el diálogo final que dará lugar a la nueva Regulación Europea, se adopte la propuesta del Parlamento Europeo: una regulación obligatoria, que afecte a las empresas en toda la cadena de suministro, tanto importadoras de la materia prima, como comercializadoras de los productos elaborados.
La Plataforma Europea de #Minerales libres de conflicto de la que REDES es parte, propone la obligatoriedad de la aplicación de la Guía de Diligencia Debida de la OCDE para el suministro responsable de minerales provenientes de zonas de conflicto o de alto riesgo. Un sistema respaldado por los 34 países miembros de la OCDE, entre ellos España y al que se sumaron otros 19 países y el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
La Guía de Diligencia Debida, es un sistema bien conocido por las empresas europeas, aunque actualmente menos del 10% lo aplican efectivamente. Es un sistema flexible y factible, que se adapta en su aplicación a las características y capacidades de cada empresa, pudiendo aplicarse tanto por grandes multinacionales como por PYMES.
Si queremos lograr que Europa consuma minerales libres de conflicto, tenemos que pasar de las palabras a los hechos. No basta con decir: “la gestión responsable de toda la cadena de suministro de nuestras empresas es esencial para que nuestra política comercial responda a los Valores Europeos” (Nueva Estrategia UE para el Comercio).
Únete a REDES y a la Plataforma Europea de #Minerales libres de conflicto y firma nuestra petición en change.org y retuitea #conflictminerals #trilogo o #oecdminerals, si quieres estar seguro de que tu teléfono móvil o tu ordenador no contienen minerales que han producido sufrimiento y abuso de los DDHH. ¡Ahora es el momento!
20 mayo, 2016 en 7:07 pm
Interesante; en Guatemala tenemos la Minería y lo único que están haciendo es dejando a las comunidades más pobres de lo que ya son, desviando ríos y matando a los que informan del abuso que estas minerías hacen.