Un tercio de nuestros alimentos acaba en la basura. Mi
entras, 800 millones de personas siguen pasando hambre en el mundo.
Manos Unidas nació como Campaña contra el Hambre para dar respuesta a una llamada de la Comunidad Internacional a unir esfuerzos y acabar con esa lacra en el mundo. Sesenta años después asistimos a lo que San Juan Pablo II denominó «la paradoja de la abundancia»: a pesar de que se produce lo suficiente para alimentar a casi el doble de la población mundial actual, sigue habiendo 800 millones de personas a las que se niega el derecho fundamental a alimentarse.
El lema elegido para la campaña de 2017 incorpora aspectos centrales del problema del hambre y busca promover un compromiso con un modelo global de producción y consumo sostenibles:compromiso con una concepción de los alimentos como comida para las personas y no como negocio; compromiso con la agricultura sostenible y compromiso con el aprovechamiento integral de la producción evitando la pérdida y el desperdicio de alimentos.
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