De todos los días del año… este quizás es, de verdad, el día del AMOR. De ese amor extremo e incondicional que nos da Jesús, que recibe de Dios Padre y Madre y nos da a todas y a todos.
Una última cena compartida, un gesto de cuidado y servicio… Algo tan sencillo y tan revolucionario como lavarle los pies a sus amigos, siendo Maestro y Señor, que encierra el verdadero significado de seguir a Jesús.
Hay que aprender a comprender: leer entre líneas a Jesús para descubrir que, en realidad, se expresa como un libro abierto: Él es el ejemplo a seguir para APRENDER A AMAR.