Los días del puente de la Inmaculada fueron estupendos para los laicos misioneros combonianos reunidos en la casa Emaús (Torremocha de Jarama, Madrid). Nos sentimos profundamente agradecidos a Dios por la experiencia: un entorno precioso, en medio de la naturaleza, con una gente fabulosa que nos acogió de brazos abiertos (#encuentroysolidaridad). Somos dos grupos de iglesia que buscan muchas cosas en común, sobre todo la principal: seguir a Jesús.




Agradecemos profundamente a Dios por este regalo, no hay mejor manera de pasar unos días de vacaciones que entre personas apasionadas por Jesús. Ser misionero es una suerte y seguir los pasos de Jesús, todavía mejor. ¡Anímate a conocernos!