Un año más el mes misionero nos permite visitar algunas parroquias y colegios de Sevilla y sus pueblos para sensibilizar sobre la realidad del mundo y la Iglesia.
Este año pudimos pasar un buen rato con la parroquia de El Coronil donde representantes de los varios grupos de la parroquia se reunieron en la tarde del sábado para compartir un rato en torno a las misiones. Fue un momento bonito donde pudimos acercar la realidad de Mozambique y conversar sobre las misiones y la perspectiva laical de la misma.
La tarde la concluimos con la misa de jóvenes donde coincidimos con el grupo de confirmación que comenzaba ese día. ¿Quién sabe? igual nos volvemos a encontrar durante el año para trabajar con este grupo de confirmación.
Por otro lado también hemos tenido la oportunidad de compartir esta campaña del Domund con el Instituto de secundaria Martínez Montañez donde durante dos días hemos ido pasado por distintas clases de secundaria y bachillerato. Un rato para sensibilizar a los jóvenes de cómo está el mundo, de por qué funcionan las cosas de un manera muy injusta y de la necesidad de dar un paso al frente para cambiarlo.
Otro día compartimos la mañana con alumnos de primaria y secundaria del colegio marista de Sanlúcar la Mayor. Dar a entender la plenitud de la campaña del Domund que además del recoger fondos nos ayuda a recordar a los muchos hermanos nuestros que viven alrededor del mundo, la forma en la que lo hacen y celebran su fe. Presentar la realidad de las comunidades cristianas nuevas que van naciendo en los países del Sur y la necesidad de rezar los unos por los otros y acordarnos de los misioneros durante todo el año.
Entender que los misioneros no son los que parten sino los que son enviados. El Señor llama y la escucha en comunidad hace que algunos den un paso al frente para salir, en nombre de la comunidad, a anunciar la Buena Nueva, a llevar la misericordia de Dios por todos los rincones del mundo. Por eso esta comunidad que envía también es misionera en la medida que apoya, reza y sostiene a los misioneros, misioneras y las comunidades donde ellos y ellas sirven.
Que el Señor siga llamando a religiosos, religiosas, sacerdotes y laicos a la misión. Hoy como antes siguen siendo necesarias las personas que salgan y se acerquen a los hermanos, escuchen, camine a su lado, abracen y compartan su vida.
Maricarmen y Alberto LMC